martes, 23 de junio de 2009

EL VIAJE

Salió todo según lo previsto, que tal y como están las compañías aéreas ya es bastante. En el Easyjet de Ranón a Londres Stansted sacó billete todo el mundo menos la crisis.Vaya llenazo. La tripulación pese al vuelo unir España y Reino Unido, sólo habla inglés (no hace falta saber más idiomas para optar a un puesto de trabajo con ellos) y además son bastante bordes. 4 azafatas que no repartieron ni un buen gesto con el pasaje.

A nuestrra llegada a Londres Stansted, empezó la ansiedad del "baggage reclaim" ya que cuatro de nuestras maletas salieron juntas entre las primeras. La otra...la otra salió la última cuando ya nos veíamos liados de papeles y perdiendo el enlace a Kerry.

Tras eso, nos fuimos a buscar el mostrador de Ryanair. Una vez encontrado, hicimos el check in sin mayores problemas que una nativa de algún sitio anglosajón que parecía hablar cualquier cosa menos inglés.

Un férreo control de seguridad fue lo siguiente, Hay que enseñar hata el ordenador, y a uno de cada seis o siete pasajeros le toca descalzarse. Admitimos apuestas sobre a quien le tocó de nuestra expedición.

Un embarque mucho mejor organizado que el de Easyjet nos llevó a bordo de un enorme Boeing. Al subir pregunta la azafata "¿sois españoles? "Yes, we are spanish". "Yo también soy española" En ese momento me di cuenta de que le estaba hablando inglés a una española. Una simpática tripulación (cabin crew) compuesta de latinos (españoles e italianos) que pasaron diversos tenderetes de comida, bebida, colonias y ¡scratch cards! (rasca y gana). Parecía la teletienda. Un simpático azafato de Barcelona advirtió claramente a María "la pepsi es así de pequeña" y a Luis le insistió "seguro que quieres agua, vale 3 euros el botellín. Yo no pagaría 3 euros por agua ni "jarto" vino". Claro, si ya había bebido vino para que iba a pagar por agua.

El aeropuerto de Kerry te retrotrae a las películas en blanco y negro. Sólo tiene una puerta de embarque y llegada. La cinta de las maletas parece ir a pedales. El hall está todo junto, la sala de espera, el bar, los check in (4 mostradores), y los alquileres de vehículos. Un amable clerk de Hertz nos hizo todos los trámites y con una fllamante Ford Galaxy y un útil TomTom tras muchas vueltas llegamos a Farmstead Lodge. Una calurosa bienvenida, acompañada de un te para mí y un zumo para el resto, antes de tomar posesión de las habitaciones. Ana y Eilleen congeniaron y al rato ya estaba aconsejándonos sobre que ver e incluso anular nuestra noche en Limerick para quedarnos una más aquí y poder ver más cosas en Kerry.Veremos...

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